quarta-feira, 4 de março de 2020

As mãos - Miguel Hernández



As mãos

Duas espécies de mãos se enfrentam na vida,
brotam do coração, irrompem pelos braços,
saltam, e desembocam sobre a luz ferida
a golpes, a chicotadas.

A mão é a ferramenta da alma, sua mensagem
e o corpo tem nela seu ramo combatente.
Ergue, movendo as mãos em grande onda,
homens da minha semente.

Ante a aurora vejo surgir as mãos puras
dos trabalhadores terrestres e marinhos,
como uma primavera de alegres sorrisos,
de dedos matutinos.

Endurecidamente povoadas de suores,
retumbantes as veias desde as unhas quebradas,
constelam os espaços de andaimes e clamores,
relâmpago e gotículas.

Manejam ferramentas, enxadas e teares,
mordem metais, montes, agarram machados, carvalhos,
e constroem, se quiserem, até os próprios mares
fábricas, cidades, minas.

Estas mãos sonoras, obscuras e brilhantes
cobre-as com uma pele de invencível crosta,
e são inesgotáveis ​​e generosas fontes
de vida e riqueza.

Como se com os astros a poeira lutasse,
como se os planetas lutassem com vermes,
o tipo de mãos trabalhadoras e claras
luta com outras mãos.

Ferozes e reunidas num bando sangrento
avançam ao fundir-se nos céus matutinos
umas mãos de osso lívido e avarento,
paisagem de assassinos.

Não se ouvem: não cantam. Seus dedos vagam roucos,
silenciosamente agitam-se, ameaçam, propagam-se.
Não tecerão o pano, nem balançam os troncos,
e suave o ócio vaga.

Empunham crucifixos e acumulam tesouros
que a ninguém correspondem se não a quem os criou,
e seus mudos crepúsculos absorvem os sons
caudais da aurora.

Orgulho de punhais, arma de bombardeios
com um cálice, um crime e um morto em cada garra:
Executoras pálidas dos negros desejos
que a avareza empunha.

Quem lavará estas mãos enlameadas que se espalham
às águas e as desonram, enrubescem e estragam?
Ninguém lavará mãos que no punhal se acendem
e no amor se apagam.

As laboriosas mãos dos trabalhadores
cairão sobre as vossas com dentes e punhais.
E muitos exploradores as verão cortadas
a seus pés.



Las manos
Dos especies de manos se enfrentan en la vida,
brotan del corazón, irrumpen por los brazos,
saltan, y desembocan sobre la luz herida
a golpes, a zarpazos.

La mano es la herramienta del alma, su mensaje,
y el cuerpo tiene en ella su rama combatiente.
Alzad, moved las manos en un gran oleaje,
hombres de mi simiente.

Ante la aurora veo surgir las manos puras
de los trabajadores terrestres y marinos,
como una primavera de alegres dentaduras,
de dedos matutinos.

Endurecidamente pobladas de sudores,
retumbantes las venas desde las uñas rotas,
constelan los espacios de andamios y clamores,
relámpagos y gotas.

Conducen herrerías, azadas y telares,
muerden metales, montes, raptan hachas, encinas,
y construyen, si quieren, hasta en los mismos mares
fábricas, pueblos, minas.

Estas sonoras manos oscuras y lucientes
las reviste una piel de invencible corteza,
y son inagotables y generosas fuentes
de vida y de riqueza.

Como si con los astros el polvo peleara,
como si los planetas lucharan con gusanos,
la especie de las manos trabajadora y clara
lucha con otras manos.

Feroces y reunidas en un bando sangriento
avanzan al hundirse los cielos vespertinos
unas manos de hueso lívido y avariento,
paisaje de asesinos.

No han sonado: no cantan. Sus dedos vagan roncos,
mudamente aletean, se ciernen, se propagan.
Ni tejieron la pana, ni mecieron los troncos,
y blandas de ocio vagan.

Empuñan crucifijos y acaparan tesoros
que a nadie corresponden sino a quien los labora,
y sus mudos crepúsculos absorben los sonoros
caudales de la aurora.

Orgullo de puñales, arma de bombardeos
con un cáliz, un crimen y un muerto en cada uña:
ejecutoras pálidas de los negros deseos
que la avaricia empuña.

¿Quién lavará estas manos fangosas que se extienden
al agua y la deshonran, enrojecen y estragan?
Nadie lavará manos que en el puñal se encienden
y en el amor se apagan.

Las laboriosas manos de los trabajadores
caerán sobre vosotras con dientes y cuchillas.
Y las verán cortadas tantos explotadores
en sus mismas rodillas.

Miguel Hernández

Sem comentários: