Os subverdes - Stella Calloni

Os subverdes

Nós
os subdesenvolvidos
os subalimentados com certas folhas
e certas asperezas
os subamados
os subamantes
os subverdes, os subversivos
e habitantes subabúlicos
desta terra quente, ritual
e tropical e metalífera
e rios de água e rios de sêmen
para regar certos turistas "inocentes",
que dançamos macumba
e tangosón e bóngoro
e às vezes
nos suicidamos lentamente dançando,
que amamos de uma maneira certamente baixa
com amantes e amados mortos
de crime passional, como se diz,
de filhos de índios, de filhos de espanhóis,
de filhos de negros, filhos de italianos
de filhos que nunca seremos no entanto
e não para sempre filhos que devemos ser.

Nós, os subverdes
os perfeitos amantes latinos,
formosos como chicotes
mas que não servimos para o "executivo man"
que nos forjaram.

Às vezes há o que morre doente de ternura
e seus ossos agitam-se pelo mundo
com suas escamas verdes
as feridas dos pés no sapato,
então alguém diz: aquela era da América
da América do Sul,
mas acontece: o fogo que o selvagem
acendeu pelo mundo
transformou-o em cinzas, de repente.

Stella Calloni

LOS SUBVERDES

Nosotros
los subdesarrollados
los subalimentados con ciertas hojas
y ciertas asperezas
los subamados
los subamantes
los subverdes, los subversivos
y subabúlicos habitantes
de esta tierra caliente, ritual
y tropical y metalífera
y ríos de agua y ríos de semen
para abrevar a ciertos turistas "inocentes",
que bailamos macumba
y son y tangosón y bóngoro
y a veces
nos suicidamos lentamente bailando,
que amamos de una manera ciertamente baja
con amantes y amados muertos
de crimen pasional, como se dice,
de hijos de indios, de hijos de españoles,
de hijos de negros, de hijos de italianos
de hijos nomás que somos todavía
y no para siempre hijos que debemos ser.

Nosotros, los subverdes
los perfectos amantes latinos,
hermosos como látigos,
pero que no servimos para el "executive man"
que nos planearon.

A veces uno muere enfermo de ternura
y sus huesos se agitan por el mundo
con sus escamas verdes
las llagas de los pies en el zapato,
entonces alguien dice: ese era de América
de América del Sur,
pero sucede: el fuego que el salvaje
ha encendido por el mundo
los ha vuelto cenizas, de repente.

Stella Calloni